jueves, 15 de agosto de 2013

Varanasi: La Ciudad más antigua del mundo

Estamos hablando de una de las 7 ciudades sagradas para el hinduismo a orillas del río Ganges. La experiencia de visitar esta ciudad es muy especial. Varanasi es el alma de la India y es obligada su visita si realmente quieres entender el hinduismo. No es una ciudad que se visite por sus monumentos, casi inexistentes, ni por su belleza urbana, sino por lo que representa, por lo que ves en las calles. Por mucho que te prepares emocionalmente para el momento en que llegues a esta ciudad, es imposible, las personas más sensibles deberían abstenerse de leer este post y sobre todo de ir a Varanasi, porque el espectáculo es dantesco.

Mark Twain en 1896 dijo de esta ciudad “Más antigua que la historia, más antigua que la tradición, incluso más antigua que la leyenda, y parece el doble de antigua que todo ello junto.”

El nombre oficial de la ciudad es Varanasi probablemente debido a que se encuentra entre los ríos Varana y Asi. Se trata de la ciudad más importante de peregrinación para los hinduistas. Hay tres pilares en la religión hinduista que posicionan a esta ciudad en el punto de mira de todos sus practicantes: El primero promulga que todo aquel que muera aquí tiene camino directo hacia el Nirvana y se libera del circulo de las reencarnaciones; el segundo sería que bañarse en el Ganges purifica los pecados; y por último y tercero la obligación de visitar al menos una vez en la vida esta ciudad.

Todas estas creencias han convertido a Varanasi en el destino de centenares, miles de enfermos y ancianos, que quieren pasar sus últimos días en la “ciudad santa”. A lo largo del Ganges se alinean numerosas residencias destinadas a albergar a los moribundos. La orilla del río es también el centro de los crematorios de la ciudad.

El Ganges es un río con un gran significado pero no sólo para los hinduistas sino también para los budistas ya que consideran que sus aguas purifican los pecados, entendiendo a su vez que todos los afluentes de este río también son sagrados. A pesar de este significado el río Ganges se encuentra altamente contaminado a su paso por esta ciudad. Un estudio realizado 1981 desveló la cantidad de enfermedades que podían causar las bacterias que habitan sus aguas. Aunque en los últimos años se ha intentado sanearlo, algunas de las costumbres de sus habitantes no permiten un gran resultado: arrojar las cenizas de los difuntos (y a veces restos algo más grandes), limpiar la ropa con sus aguas, arrojar basuras, etc….

El principal destino de los peregrinos que visitan la ciudad son los Ghats, escaleras de piedra que descienden al Ganges.


Al amanecer, se pueden ver a hombres y mujeres realizando baños purificadores en el río a la vez que rinden tributo al dios del Sol, Surya. Cada una de estas escalinatas, construidas en el siglo XVIII tienen un nombre y una función especial.

Los Ghats de Harischandra y Mani Karnika son los lugares de incineración principales. En el Ghat Pancha Ganga se cree que convergen cinco ríos sagrados. En total la ciudad cuenta con más de 100 ghats.




 
Todas las ciudades de la India son un caos y aquí se cumple lo que a muchos les ocurre con su vista a este país, si la India encanta o se detesta una vez que la conoces, en Varanasi esta fascinación o repulsión se multiplica por mil, y es que además de lo ya descrito en otros posts, sus calles son sin duda las más sucias de todo el país.

Ya se ha comentado que las vacas campan a su aire por todas las ciudades de la India, pero aquí aparecen por todas partes, peleando con los peatones por el paso en los callejones que forman la ciudad antigua. Y no solo vacas, la ciudad es una especie de granja, con todo tipo de animales, uniendo a todo esto el deficiente asfaltado (por llamarlo de alguna forma) de la mayoría de las calles, lo que hace que al llover, que suele pasar sobre todo en la época del Monzón, tengas que andar sobre una especie de laguna de barro y sustancias que prefiero no recordar que te llegan a media pierna. Las inundaciones de las ciudades suceden sin previo aviso en esta época del año, ves el cielo totalmente despejado y en menos de treinta minutos te ves sumergido en esta mezcla de todo lo que puedas llegar a imaginar, por lo que mi consejo es que lleves calzado cerrado en todo momento, eso sí, en tres horas toda el agua caída se ha evaporado, y digo bien evaporado ya que no es de sorprender que no exista alcantarillado.

Otro consejo es saludar con un “namaste” (juntas las manos al nivel del pecho, y te inclinas como si estuvieras rezando). Los indios son personas muy sociables y saludan a todo el mundo que se cruza a su paso, si les devuelves el saludo con esta palabra, apreciarán tu gesto y lo entenderán como una señal de respeto a su religión y buena voluntad.

A todo esto hay que añadir que las infraestructuras brillan por su ausencia, las calles ya hemos dicho que carecen de asfalto, el tendido eléctrico falla constantemente, las casas son especies de chabolas, eso sí, todas con su santuario en la puerta y las calles, quitando la principal que te lleva a orillas del Ganges son un laberinto de aproximadamente metro y medio de anchura, algunas incluso menos.

A medida que te vas adentrando en la ciudad, aprecias cómo la multitud se dirige en una sola dirección, hacia el Ganges, aún así no tienes más remedio que dirigirte allí, es el único sentido de haber venido a Varanasi, el Ganges. En muchas ocasiones da la impresión de que no debe haber nadie en el interior de las viviendas. Sus habitantes viven en la calle, comen en ella, dialogan en ella y, más de una vez, trabajan en ella. Esta ciudad no duerme, está todo el día y noche en constante movimiento pero hay 2 horas del día que destacan por encima de las demás, el atardecer, alrededor de las 8 de la tarde y el amanecer.

Durante el atardecer, a orillas del río Ganges, especialmente en el Ghat principal la multitud se agolpa en las orillas del río para observar la ceremonia de la Puja, lo que vendría a ser como una ofrenda a los dioses, donde 7 hombres vestidos con ropas naranjas y doradas se disponen a hacer su ritual con danzas, cánticos y ofreciendo incienso al río, tocando una campanita con la mano derecha mientras que con la izquierda van elevando diferentes objetos a modo de ofrenda para el Ganges....
 
Este ritual con una hora de duración aproximadamente puede observarse bien desde unas barquitas ancladas en la orilla del río, las cuales no se mueven durante todo el espectáculo, simplemente sirven para utilizarse como asientos, o bien desde tierra en una especie de miradores techados (por si llueve) de aproximadamente 20 m² en los que pueden llegar a entrar unas 80 personas, vacas, ratas y demás… al final de la ceremonia nocturna el río se llena de unas improvisadas velas que a modo de ofrendas depositan allí tanto los turistas como oriundos del lugar. También a estas horas podemos ver a los familiares de los difuntos adquiriendo madera y preparando las fogatas para la incineración. El ambiente no es el más alegre, por lo que hay que tener cuidado si se desea hacer fotos.

Por la mañana el espectáculo es distinto, es el momento en que se producen las incineraciones de los cuerpos para posteriormente arrojar los restos al río. Lo más normal es despertarse en torno a las 4 de la mañana para llegar al Ganges no más tarde de las 5.30, realmente cuesta aproximarse al río dada la cantidad de gente que hay en la ciudad que como ya he dicho nunca descansa. Una vez has conseguido llegar a la orilla alquilas una barquita, por supuesto con remeros incluidos y te dan una vuelta a lo largo de los Ghats, a parte de apreciar un amanecer increíble, verás como los devotos, santones, enfermos, niños y ancianos acuden a primera hora para bañarse en sus aguas y así purificar sus almas, cómo lavan la ropa o incluso cómo llenan botellas de agua o se lavan los dientes. Todos ellos se sumergen en el agua con una sonrisa en su cara, realmente impactante! Ahí donde tú sólo aprecias suciedad, contaminación y enfermedades, ellos ven pureza y salvación.  

El tema de las cremaciones es algo complicado de entender para nosotros. El hindú ahorra durante su vida para poder tener una cremación en el Ganges, esto es algo que cuesta mucho trabajo ya que no es precisamente barato para ellos. En India se incinera a todas las personas excepto a 5: Niños, mujeres embarazadas, santones, muertos por mordida de cobra y enfermos de una enfermedad particular de la piel, a estas personas lo que se hace es atar una piedra enorme al cuerpo y tirarles al río para que se hundan, claro está, en ocasiones esa cuerda se rompe, bien por la corriente del río o por cualquier otra causa y los cuerpos salen a la superficie.


Conseguir que un cuerpo desaparezca totalmente en la incineración lleva aproximadamente unas 3 horas por lo que hay que comprar una gran cantidad de madera. Es por ello por lo que las familias más pobres que no tienen dinero para comprar la madera suficiente, muchas veces arrojan restos más grandes al río donde de vez en cuando asoma un cadáver flotante, cuando esto sucede dos o tres buitres y otros carroñeros se encargan de hacerlo desaparecer bajo tu mirada.


El ritual de la incineración es el siguiente: La familia del fallecido lo transporta a hasta el lugar de la cremación sobre una especie de camilla hecha de madera, previamente el cadáver ha sido envuelto en papeles, telas naranjas y cintas de colores brillantes. Los familiares llevan a hombros por toda la ciudad la camilla hasta orillas del río donde lo suelen dejar durante un breve periodo de tiempo, normalmente con la parte inferior del cuerpo mojándose para que se purifique, posteriormente el cuerpo es llevado hasta los troncos, y los familiares y amigos son los encargados de encender el fuego que en función de la calidad de la madera prenderá mejor o peor. Es un ritual sereno y sencillo en el que sólo pueden participar hombres y la demostración de dolor con llantos no está permitida.
 
Varanasi es otro país dentro de la propia India, imposible de describir como realmente es, no teniendo nada que ver con el resto de ciudades, es un lugar impresionante que vive su propia vida y se impulsa a base de tradiciones.

domingo, 24 de octubre de 2010

Jaipur: La ciudad rosada

Es la capital del estado de Rajastán y una de las ciudades más importantes y con más historia de India. Fue fundada en 1728 por el Maharajá Sawai Jai Singh, gobernante de Amber y gran aficionado a la astronomía, motivo por el cual es famoso el Observatorio de la Ciudad al que me referiré más adelante. Esta ciudad es conocida como “la ciudad rosa” debido al material utilizado para la construcción de sus edificios, el estuco, que imita la arenisca. Jaipur está dividida en seis barrios que se separan entre sí por avenidas de unos 34 metros de ancho.

Uno de los principales atractivos de Jaipur es la ciudad fortificada de Amber a tan sólo 11 kms y que en su día fue la capital del estado.
Lo que actualmente se conoce como Amber Fort era inicialmente un palacio dentro del fuerte de Amber original, que hoy día se le llama Jaigarh Fort localizado en una colina y conectada al resto de la ciudad a través de caminos fortificados. Jaigarh Fort está construido, como viene siendo habitual en esta zona, con piedra arenisca roja y mármol blanco.


Para subir al fuerte puedes hacerlo bien a lomos de elefante, o en 4x4. Si eliges la primera opción mi recomendación es que madrugues, ya que el número de elefantes es limitado y a partir de cierta hora dejan de prestar el servicio, si por el contrario eliges hacerlo en 4x4 no habrá problema con la hora a la que llegues. Una última elección es hacer la subida a pie, serán aproximadamente 2 kilómetros hasta llegar al fuerte pero si puedes elegir una de las dos maneras anteriores no lo dudes, el camino es cuesta arriba y más vale guardarse fuerzas para ver el fuerte que es bastante grande.
El paseo tiene unas vistas increíbles con la ciudad de Jaipur al fondo, el lago Maotha y la muralla original de la ciudad. Una vez alcanzado el palacio, puedes visitar el fuerte con una visita guiada o hacerlo por ti mismo. La sala más impresionante es la conocida como el vestíbulo de los espejos, en la que gracias al intrincado diseño de sus espejos de tamaño mínimo y a su disposición, con encender tan sólo la luz de una vela se ilumina toda la estancia.
A la salida del fuerte verás como los encantadores de serpientes hacen su show sacando la cobra del cesto al ritmo de la música de sus flautas, una atracción más del complejo que no puedes perderte!


Otros puntos de interés en la ciudad de Jaipur son: el Palacio Museo, que consiste en un inmenso recinto con grandes patios rodeados por diversos edificios. Destaca una galería con numerosos arcos, todos ellos labrados en mármol. Casi todos los edificios del recinto están pintados en rosa combinado con blanco.
En una de las dependencias del palacio hay una tienda de artículos de madera tallada, algunos de gran calidad, donde puedes hacer algunas compras y en virtud del tira y afloja del regateo se puede conseguir un buen precio siempre y cuando no lleves prisa.
Otra parte del palacio ha sido transformada en museo, donde puedes ver tejidos, tapices, instrumentos musicales, armas, pinturas, manuscritos y miniaturas, pero lo que mas llama la atención son los trajes de un antiguo Maharajá que, a juzgar por el tamaño de sus ropas medía más de dos metros de altura y más de uno de anchura de hombros, lo que raya con la ficción y transporta al visitante a un cuento oriental de gigantes y princesas.

El edificio principal del Palacio Museo es el Chandra Mahal, con forma de pirámide y seis plantas de altura.
Este edificio sólo puede admirarse desde el exterior, ya que sigue siendo la residencia de la familia del actual Maharajá de Jaipur; su entrada se encuentra flanqueada por la Guardia del Majaraha, cinco hombres con uniforme blanco, zapatos negros, bigote y un gran turbante rojo y se encuentra en un ala anexa bajo un mirador con tres arcos; tanto la entrada como el mirador están intensamente decorados con respresentaciones de figuras
femeninas y 5 pavos reales con las plumas de la cola estendidas rodeados de motivos florales y geométricos .



Otro lugar de interés en la ciudad es Jantar Mantar, uno de los cinco observatorios astronómicos construidos en la India por el Maha rajá Jai Singh en 1728, quien además de guerrero era conocido por su afición a su astronomía.
Consiste en una colección de monumentos escultóricos, cuyas formas permitían el estudio de la evolución de las sombras producidas por el sol . El más impresionante es una estructura de 27 m. de alto cuya sombra se mueve a una razón de 4 metros por hora.
Finalmente destacamos el Hawa Mahal o Palacio de los Vientos construido en el año 1799 por el Maharajá Sawai Pratap Singh, diseñado por Lal Chand Usta y considerado como el máximo exponente de la arquitectura Rajput.
Aunque en la actualidad se conserva poco más que la fachada, el palacio se ha convertido en el símbolo de Jaipur, tiene cinco pisos y al ser los dos superiores un poco más estrechos, le confiere una forma piramidal. El acceso entre pisos curiosamente no se hace a través de escaleras sino mediante rampas. La estructura exterior del palacio recuerda a la cola de un pavo real, animal de gran simbolismo en India.
El material utilizado en la construcción es arenisca roja y rosa, con incrustaciones realizadas en óxido de calcio.
El Palacio de los Vientos a diferencia de la mayoría de palacios en India, no está rodeado de jardines, sino que se encuentra en el centro de una de las principales calles de la ciudad. La fachada principal que da a la transitada calle tiene un total de 953 pequeñas ventanas lo que permitía que el palacio se mantuviera con buena temperatura incluso en verano. El viento que circulaba a través de ellas fue lo que le dio nombre a este palacio.
Antiguamente, el Palacio de los Vientos formaba parte del Palacio de la ciudad y servía como extensión de la cámara de las mujeres destinada al harén. La función original del edificio era la de permitir a las mujeres reales observar la vida cotidiana de las calles de la ciudad sin ser vistas.
Por último, no podemos hablar de Jaipur sin hacer una mención especial a sus “mercadillos”, el Bazar Johari, Kishanpol, Bapu… todos ellos están localizados unos a continuación de otros y cada uno está especializado en unos artículos de venta en concreto, que en definitiva forman un inmenso mercado ocupando varias calles de la ciudad.
Este es el mejor lugar para comprar joyas, de hecho Jaipur es uno de los lugares más importantes en la producción de joyas a nivel mundial.
Puedes encontrar colgantes, collares, pendientes o anillos hechos de oro con incrustaciones de piedras preciosas como diamantes, esmeraldas, rubíes o perlas, la variedad de los diseños es enorme e incluso puedes elegir tu mismo el diseño del anillo o colgante y del de la piedra preciosa, teniendo así una joya totalmente personalizada.

Esta ciudad es conocida mundialmente, no sólo como productora de joyas, sino por sus técnicas utilizadas en el corte y pulido de las gemas. Se pueden encontrar joyas a buen precio, pero se recomienda tener algo de conocimiento sobre este tipo de objetos ya que los precios varían significativamente entre dos objetos que pueden parecer iguales.
Destaca el rubí estrella, una variedad del rubí que tiene la peculiaridad de mostrar un asterisco en su superficie cuando la luz se refleja sobre él. Esta piedra preciosa es característica de esta zona de la Tierra y los yacimientos más importantes los encontramos en Myanmar, India, Tailandia y Sri Lanka. También en este gran mercado a parte de las joyas puedes ver flores, carros de bueyes, tiendas de ropa, calzado –principalmente hecho en piel de camello-, alfombras, muebles, objetos de latón, gente y más gente… si tienes opción de subir a un altillo y divisar el panorama desde allí apreciarás la viveza del color que te rodea debido principalmente a los saris que utilizan las mujeres, que especialmente en el Estado de Rajastán son de unos colores muy vivos.
El mercado a pesar de su enorme tamaño tiene los mismos puntos en común que el resto de mercados del país, todos los comerciantes intentando venderte algo, el caos reinando a cada paso con animales cruzando las calles, motos, rickshaws e incluso aquí en concreto podrás ver monos saltando de un puestecillo a otro. Si notas una especie de latigazo en alguna parte de tu cuerpo no lo dudes, ha sido la cola de un mono.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Un circuito por India: Delhi

La primera parada en India suele ser Delhi, capital de la República de la India. Con casi 1.500 km ² y 18 millones de habitantes, se trata de la séptima ciudad más poblada del mundo. Asimismo, es una de las ciudades más antiguas ya que su historia se remonta a 3.000 años. Delhi ha sido la capital de la India desde su independencia en 1931 que dejó de serlo Calcuta. Durante gran parte de su historia, fue la sede del poder de varias dinastías musulmanas. La moderna capital es en realidad la suma de dos ciudades: la Vieja Delhi (también conocida como Shahjahanabad), apiñada dentro de las sucias y estrechas callejuelas, rodeado por las murallas del Fuerte Rojo, y Nueva Delhi, el polo opuesto, emplazamiento de la Ciudad Imperial y bulevares arbolados donde se encuentran la mayoría de las embajadas. Llama la atención cuando llegas a esta cuidad lo inmensa que es, la pobreza y los altos niveles de contaminación suponen un desafío para los sentidos del viajero más experimentado. La Vieja Delhi, construida en el siglo XVII, es sólo la última de las siete ciudades que han ocupado el emplazamiento desde la llegada de los musulmanes. Alrededor de Nueva Delhi, en especial en la zona conocida como Transjamuna, se extienden los suburbios y barrios de chabolas levantados para acoger a la creciente población. La explosión demográfica ha traído más pobreza y degradación: el 45% de los habitantes de Delhi viven en chabolas y se dedican a mendigar por las esquinas de la ciudad. En India, los niveles de alfabetización han aumentado espectacularmente en los últimos años, aunque en la capital, el analfabetismo sigue predominando entre la población. Para ir de un sitio a otro has de invertir bastante tiempo, provocado ya no sólo por la lejanía en sí de los sitios de interés, sino por el caos circulatorio que hay. Una de las experiencias jamás olvidarás de Delhi es pasear por los caóticos, ruidosos y malolientes callejones de la Vieja Delhi. Al sur de la Ciudad Vieja está Rajpath y los edificios de Raisina Hill (Rashtrapati Bhavan y el Secretariat), que conforman el núcleo central de la Nueva Delhi británica. Tras el bullicio de la Vieja Delhi, la elegancia y el ambiente de esta zona suponen un agradable respiro. Entre la Vieja Delhi y Rajpath se encuentra Connaught Place, la zona de negocios de Nueva Delhi, en la que se amontonan bancos, bares, restaurantes y hoteles a la caza de clientes. Es mejor no visitar Delhi durante el verano. A partir de mediados de abril, las temperaturas suben de modo alarmante. Durante la mayor parte de los meses de mayo, junio y julio los termómetros se mantienen alrededor de 45°C hasta la llegada del Monzón. La mejor época para visitar la ciudad es febrero o marzo. Como ya se comentó en el post anterior la forma más fácil, cómoda y efectiva de traslado dentro de la ciudad es bien en taxi o bien en rickshaw. Lo mejor que puedes hacer para que tus días en esta cuidad te cundan es organizarte las visitas por zonas, hay sitios de interés que están muy próximos entre sí. Un ejemplo de recorrido provechoso podría ser empezar por la Vieja Delhi viendo el Fuerte Rojo, Mezquita de Jama Masjid y el Mercado de Chadni Chowk, esto podrías verlo fácilmente en una mañana, claro está dependiendo un poco del tiempo que quieras invertir en cada sitio! El Fuerte Rojo, como su propio nombre indica es un recinto amurallado cuyo nombre viene dado por el color de la piedra con la que fue construido, piedra arenisca roja. La superficie del Fuerte son 50 hectáreas. En su día se trató del palacio de Shah Janan, séptima ciudad musulmana que ocupaba esta zona. Data del s. VII. La muralla que lo rodea está decorada en su parte superior y mide 6,5 Kms de largo por 16 metros de altura en la zona del río Yamuna y con 33 metros de altura en la parte opuesta al río. Para acceder al fuerte puedes hacerlo por cualquiera de las 2 puertas que hay, la puerta de Delhi o la de Lahore. Ésta última es la entrada principal y se encuentra en el final del mercado de Chandni Chowk, por lo que yo creo que es más recomendable. La planta del palacio cumple todos los prototipos islámicos pero con influencia del arte hindú y mogol. Tiene varios pabellones, comenzando por el sur encontramos 2 de ellos destinados a las dependencias de las mujeres, otro más grande dedicado a los aposentos imperiales que incluye además de dormitorios, varias salas de oración y una torre. En el siguiente pabellón está la sala de audiencias privadas en la que se encontraba el trono del pavo real, que fue robado por las tropas persas y se convirtió en el trono del Sah del Irán hasta la revolución de Jomeini. Otro pabellón contiene el hammam, o baños turcos con adornos de estilo mogol, realizadas en mármol y piedras de colores. Al oeste de los baños encontramos la Moti Masjid o "mezquita de la perla", construida en 1659 como mezquita privada para Aurangzev, sucesor de Shah Jahan. Se trata de una pequeña mezquita realizada en mármol blanco con tres cúpulas en la parte superior. En el norte del fuerte está el jardín conocido como "jardín de la concesión de la vida", atravesado por dos canales de agua. Otro pabellón, construido en 1842 por el último emperador Bahadur Shah Zafar se sitúa en el centro de la piscina en la que se encuentran estos dos canales. El palacio se diseñó como una réplica del paraíso descrito en el Corán, en las paredes del palacio puede leerse una frase de forma repetida que dice "Si existe un paraíso en la tierra, está aquí, está aquí". Una vez que se acaba la visita del Fuerte Rojo y saliendo por la Puerta de Delhi puedes ir a la Mezquita Jama Masjid, se encuentra justo enfrente. Se trata de la mayor mezquita de India y en consecuencia es el principal punto de reunión para los musulmanes de esta ciudad. Fue construida por el emperador mogol en el s. XVII. Se aprecia cierta similitud con la mezquita Moti Masjid de Agra de la que el emperador de Shah Jahan quiso construir una réplica. El edificio está realizado igualmente en arenisca roja con una capacidad para 25.000 personas. Tiene 3 cúpulas de mármol blanco y negro rematadas en oro. Los minaretes miden 40 metros de alto y se puede acceder a ellos por una escalera de 140 peldaños. En el interior del edificio encontramos la sala principal con unas medidas de 61 metros de largo por 28 de ancho y varias tablas de mármol como decoración en la que se han tallado inscripciones de la historia de la mezquita. Al estar construida en lo alto de una colina su fachada es fácilmente apreciable desde varios puntos de la Vieja Delhi. Como curiosidad decir que en la mezquita encontramos algunas reliquias del profeta Mahoma: la huella de su pisada, pelo y una sandalia. Una vez acabada la visita a la Mezquita, el siguiente paso sería visitar el Mercado de Chandni Chowk que empieza o termina, según como se mire, justo a la salida de la mezquita. Fue uno de los mercados más importantes de India durante más de tres siglos y siempre ha sido parte integral de Delhi desde que el Shah Jehan construyó la gran capital. Es el mayor mercado de la Vieja Delhi con una longitud de más de 2 kms. A lo largo del mercado descubrimos una gran cantidad de lugares de culto del Hinduismo, Islam, sikhismo, Cristianismo y Jainismo. Aquí se descubrirá realmente lo que significa una aglomeración de gente, animales, coches, bicicletas, rickshaw y un largo etcétera. Es el sitio ideal para comprar, encontrarás cualquier tipo de artesanía de todos los rincones de la India, telas, sedas bordadas en oro, lana, tapices, pashminas, metales y piedras preciosas como plata, alabastro y mármol, madera de sándalo, ébano o palo de rosa y por supuesto las innumerables especias y los perfumes. A continuación podemos acercarnos al templo Sikh de Delhi Gurudwara Shish Ganj, importante centro de peregrinaje. Podríamos calificarlo como la Meca de la religión Sikh, dedicada al octavo gurú Sikh, Sri Harkishen Sahib. La sala principal es bastante sencilla, salvo para la pagoda central, que tiene un domo de oro y una cúpula de bronce. Antes de entrar al templo, los sikhs se bañan en una especie de pila sagrada, conocida bajo el nombre de sarovar. A este templo se viene a rezar pero también a compartir un momento en su vida, cantar y comer, ya que una vez a la semana se reparte comida gratis, es increíble acceder a la cocina del propio tempo, es enorme pero las condiciones higiénicas dejan mucho que desear! Una vez visitados los lugares anteriores una opción sería trasladarse al Qutab Minar aproximadamente a 15 minutos en Rickshaw. Se trata del alminar de ladrillos más alto del mundo, 72.5 metros, con un diámetro en la base de 14.3 metros que va reduciéndose hasta alcanzar su punto más alto con 2.7 metros de diámetro. Está considerado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde el año 1993. La construcción comenzó en 1193 y se concluyó en 1368 y está realizado íntegramente con arenisca roja tallada con versículos del Corán. Se trata también el monumento islámico más antiguo de Delhi. El motivo de la construcción no está muy claro ya que se especula si es un minarete de una antigua mezquita, una torre de defensa o una torre de victoria. Una vez tenemos las pinceladas de la Vieja Delhi nos trasladamos a la Nueva Delhi donde encontramos la Puerta de la India, uno de los monumentos más famosos en Delhi, una especie de arco del triunfo construido por el arquitecto Edwin Lutyens para conmemorar a los soldados indios que murieron en la Primera Guerra Mundial y las Guerras Afganas de 1919. Los nombres de los soldados que murieron en estas guerras están inscritos sobre las paredes del monumento. Su construcción se demoró 10 años, de 1921 a 1931 y desde 1971 bajo el monumento en un principio se situó la estatua del rey Jorge V, pero al alcanzar India su independencia en su lugar encontramos la llama eterna que marca la "Tumba del soldado desconocido" y está dedicada a honrar los soldados desconocidos muertos en los enfrentamientos entre India y Pakistán que tuvieron lugar ese mismo año. Su altura es de 42 metros y está situado en la confluencia de diversas calles importantes, rodeada de zonas cubiertas de césped, por lo que este punto suele ser uno de los destinos preferidos de las familias de Delhi durante los días festivos. Desde ahí podemos coger de nuevo un taxi y dirigirnos a la Tumba de Humayun, un complejo de edificios de arquitectura mogol perfectamente conservado en el que encontramos la tumba principal del emperador Humayun, así como otras tumbas, mezquitas y construcciones. Desde 1993 este complejo también ha sido considerado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. El principal material utilizado en la construcción es igual que en los anteriores arenisca roja a la que se le añadieron detalles decorativos en mármol blanco y negro. La estructura es octogonal y los techos están decorados con pinturas. La sala central, está rodeada por otras cuatro salas, todas ellas también de base octogonal. La simetría es algo que se cumple tanto en la fachada como en todo el conjunto arquitectónico. Aunque previamente se habían construido algunas tumbas enclavadas en medio de un jardín, la tumba de Humayun es la primera que puede considerarse como una tumba-jardín. Por eso está considerada como la precursora en estilo del Taj Mahal. Hamida Begur, viuda del emperador Humayun fue quien encargó la construcción de la tumba. No se sabe la fecha exacta de comienzo de la construcción pero se cree que la fecha de inicio fue 1574, nueve años después de la muerte del emperador. En este mausoleo están enterrados Humayun, su viuda principal, Hamida Begur y su esposa más joven así como otros dignatarios mogoles Algo que no puedes perderte, ya no por su importancia arquitectónica sino por su significado, es el Raj Ghat, un memorial en recuerdo del líder hindú Mahatma Gandhi. Se trata de una simple losa de mármol negro que marca el lugar en el que Gandhi fue incinerado el 31 de enero de 1948. El monumento está situado a orillas del río Yamuna y se encuentra a cielo abierto con una llama en uno de sus extremos. Un camino de piedras conduce a la zona vallada en la que se encuentra el memorial y donde puede leerse el siguiente epitafio: Hey Ram, que significa "Oh Señor", y que fueron las últimas palabras que pronunció Mahatma Gandhi antes de morir. En los alrededores del Raj Ghat se encuentran otros puntos de cremación otros líderes indios. Un monolito de color rojo marca el lugar en el que se incineró el cadáver de Indira Gandhi y que recibe el nombre de Śakti Sthal ("Lugar del poder"). Su hijo Rajiv fue incinerado en el Veer Bhumi ("Tierra de bravura") como curiosidad decir que alrededor del lugar de su cremación se esparcieron rocas procedentes de todos los estados de la India. Aquellos que sean capaces de ver más allá de la miseria, el caótico tráfico, la contaminación y las constantes peticiones y reclamos de los pedigüeños encontrarán maravillas históricas y arquitectónicas a cada paso.

domingo, 29 de agosto de 2010

India: Consideraciones Generales

Se trata del séptimo país en extensión territorial y el segundo país más poblado del mundo (1.160 millones de habitantes) de lo que puedes darte cuenta nada más poner un pie en tierra. Es un país apasionante y complejo, un país que alberga tesoros naturales y culturales de primera magnitud. En este post intentaré dar algunos consejos útiles para aquellos que hagan su primer viaje a la India. Visado: Para entrar en India desde España es necesario un visado. Lo más cómodo es que hagas la gestión en tu país de origen y ya lo lleves en el pasaporte, así evitarás demoras innecesarias en inmigración del aeropuerto. Se gestiona en las oficinas destinadas por la Embajada para ello, en el caso de España, en la calle Cardenal Marcelo Spinola 4, 1º A (Madrid). Podrás encontrar toda la información de tasas, documentación, tiempo de tramitación y demás en la siguiente página web http://www.indiavisados.com/. Si te está organizando el viaje una Agencia, coméntaselo, pues ésta no tendrá ningún problema en tramitarte el visado, eso sí, el precio no es el mismo que si lo hicieras tú mismo. Transporte: Hay dos maneras fundamentales de transporte dentro de las ciudades, taxis y rickshaws (especie de cochecito tirado por una bici en el que caben 2 personas). Siempre cojas un taxi que éste sea con licencia, nunca particulares ya que te puedes ver envuelto en una situación un tanto desagradable e incluso en ocasiones peligrosa. Nada más llegar al aeropuerto y coger un taxi no hay que decir nunca que es el primer viaje que hacéis a India, así os evitareis muchos intentos de timo. El precio del taxi se negocia con el conductor antes de montar (aunque tenga licencia) ya que si no se corre el riesgo de pagar un precio bastante más alto, y aunque no se trate de una ruina si supone una molestia innecesaria, especialmente por tener que discutir con el conductor, otra opción es pedirles que te enseñen las tarifas más recientes o que pongan en marcha el taxímetro en tu presencia en caso de no llegar a un acuerdo previo sobre el precio del trayecto. Respecto al rickshaw más de lo mismo, negociar y negociar esa es la palabra clave en India, negociar cualquier precio. La forma que tienen de conducir es bastante caótica, particularmente yo desecharía la opción de alquilar un coche. La primera impresión que se tiene cuando se monta en un taxi o rickshaw es de miedo o de reírte a carcajadas. Es algo que, aunque es muy difícil llegar a acostumbrarte, tiene que asumirse, sobre todo a la hora de cruzar las calles ya que los semáforos y pasos de cebra brillan por su ausencia. Para grandes distancias hay que tener muy claro qué clase de autobús o tren se coge. Hay autobuses que son para turistas, que aunque son más caros merecen la pena, sobre todo para trayectos largos. Lo mismo ocurre con los trenes, mi consejo es coger siempre billetes de primera clase y en trenes con aire acondicionado. Hay trenes que no tienen aire acondicionado, en este caso sin duda coged billetes de primera clase, cuando los veáis os preguntareis cómo serán los vagones de tercera clase, que es mejor no visitar. Puede pasar que os digan que no quedan billetes de primera clase o que la única posibilidad de conseguirlos es pagando una burrada de dólares. Nunca aceptéis pagar lo que os piden, a no ser claro que sea de extrema urgencia coger ese tren. Divisa: La moneda nacional son las rupias (1€ = 59,2 INR). Se puede cambiar en todos los aeropuertos internacionales y hoteles pero el cambio es más favorable en los aeropuertos. Nunca hay que aceptar billetes rotos o pegados con celo, no os los cogerán cuando vayáis a pagar. Es muy habitual combinar el viaje de India y Nepal. En Nepal aceptan también las rupias indias a pesar de tener su propia divisa pero es muy importante que los billetes sean de máximo 100 rupias ya que en el aeropuerto te registran y no permiten la introducción de billetes de más importe, pero sí puedes meterlo en la maleta que vayas a facturar escondido entre la ropa. Clima: Hay que tener en cuenta que la extensión de este país es enorme por lo que cada zona tiene sus peculiaridades de clima. En líneas generales, entre finales de diciembre y febrero el tiempo es bastante fresco, con días secos soleados y con temperaturas más bajas durante la mañana y la tarde. Entre marzo y mayo hace calor, especialmente cuando todo está seco y polvoriento. Las lluvias del monzón suelen producirse en la mayoría de las regiones entre junio y septiembre. Es aconsejable saber qué zonas se visitan para tener una idea más clara del clima que nos vamos a encontrar. Vestimenta: En la mayor parte de India, no están acostumbrados a los usos de vestidos europeos, especialmente si es de mujer, en ese caso es aconsejable llevar un atuendo moderado. Lo más aconsejable son pantalones finos, camisetas de algodón y chanclas o deportivas. Es curioso que casi todas las mujeres van vestidas con Sari, se trata de una tela rectangular cuya extensión oscila entre cinco y ocho metros de largo por 1.2 metros de ancho, que convenientemente anudada y enrollada al cuerpo se emplea como un vestido, acompañado de una blusa pequeña. Por otra parte, el salwar camise, el vestido informal de las mujeres, consta de un pantalón, ancho o estrecho, de un blusón, más o menos largo, y de la dupata pañuelo que utilizan para la cabeza. Compras: Antes de adquirir lo que sea que vayas a comprar es aconsejable visitar bastantes tiendas y comprobar el precio en cada una de ellas. A los indios les gusta mucho el regateo y se dice que son los mejores vendedores del mundo, pero por mucho regateo que hagas está claro que al turista le venden los productos más caros. Lo normal es que termines harto de las compras, ya que el tema del regateo cansa bastante, por eso es mejor saber y aprender primero el verdadero precio de las cosas e insistir que llevas en el país mucho tiempo y que sabes de qué va el tema. Encontrarás varios productos típicos de este país tales como seda, alfombras, mármol, piedras preciosas, tallas de madera… todos ellos puedes encontrarlos igualmente en tu país pero el precio no es el mismo, e incluso no olvides que aunque estos productos los adquieras en tiendas, que no mercadillos, también tienes que regatear el precio en esta ocasión. Si lo que quieres comprar es algo lo suficientemente grande como para que no puedas o no quieras cargar con ello, tampoco hay problema, ya que ellos te lo envían a la dirección que tu les indiques con plenas garantías de que el producto va a llegar. Templos: En la mayoría de los templos, sobre todo aquellos que sean lugar de oración, hay que quitarse los zapatos para visitarlos, y en los más estrictos no te dejarán ni entrar con calcetines, el pie tiene que estar totalmente descalzo. En algunos además hay que taparse la cabeza con un pañuelo y en otros directamente te ponen ellos una especie de camisa enorme que te cubre todo lo que haya que cubrir. Aun con eso, hay algunos templos donde sólo pueden entrar los hinduístas. Religión y sociedad: La religión mayoritaria en India es el hinduismo (80,5% de la población) seguido por musulmanes (13,4%). El hinduismo comenzó hace unos 3.500 años, son politeístas, tienen miles de dioses, pero sólo unos pocos son adorados en realidad. El dios en el que más creen es Brahma. Cada hindú nace en un grupo llamado casta. Algunas castas se consideran más altas y puras que otras. La casta más alta es la sacerdotal, seguida por los gobernantes y soldados y después comerciantes y tenderos. Las personas de las castas inferiores se dedican a barrer, lavar la ropa, arreglar zapatos, y por lo general son los siervos de las castas más altas. Una gran mayoría de los indios tiene sus matrimonios arreglados por sus padres, con el consentimiento de la novia y el novio. El matrimonio se entiende para toda la vida, por lo que la tasa de divorcios es extremadamente baja. La edad en la que contraen matrimonio es muy baja e incluso a veces en la infancia, ya que la mitad de las mujeres en India se casan antes de la edad legal de 18 años. Uno de los pilares básicos de hinduismo es creer en la reencarnación, es decir, que ellos regresan a la vida otra vez como personas o como animales. También creen en lo que se llama karma, que consiste en que el comportamiento en la vida anterior afecta en alguna manera a las personas en esta vida, y lo que hacen en esta vida determinará su lugar en la futura. Si actúan conforme a las leyes de su casta, creen que nacerán de nuevo en una casta más alta para finalmente dejar de vivir como personas y convertirse en parte del dios Brahma. Es práctica común hacer peregrinajes a lugares santos como Benarés en el río Ganges. Creen que bañándose en el río se purifican de pecados tales como no guardar las reglas de su casta o tocar cosas que ellos consideran inmundas. El pecado para el hindú tiene poco que ver con quebrantar los mandamientos de Dios o hacerle daño a otros. Son muy creyentes y tienen altares tanto en sus hogares como en los templos, en los cuales adoran a dioses y diosas pintados con vivos colores, ofreciéndoles alimento, dinero, y oraciones, esperando así encontrar paz y ser liberados de los espíritus malignos. La mayoría de los hindús son vegetarianos, creen que los animales e insectos tienen almas, y por lo tanto no comen carne ni quitan la vida si lo pueden evitar. Piensan que la vaca es especialmente sagrada, y por ello se les permite vagar libremente por las calles, comiendo lo que deseen, aunque cerca haya personas que mueren de hambre. El sánscrito es un idioma religioso muy antiguo, en el que están escritos ciertos libros sagrados como el Surtí o el Smriti. Hay más de 800 millones de hindúes en el mundo, la mayor parte de ellos en India. Algunos creen que por medio del yoga, o la meditación, y el movimiento de la Nueva Era, el hinduismo se está extendiendo al Occidente y es cierto que muchos en los llamados países cristianos se están interesando mucho en algunas creencias hindúes. Higiene/salud: India en general es un país muy sucio. Teniendo en cuenta que en cualquier ciudad de India verás animales sueltos por las calles (vacas, burros, cabras, cerdos, bueyes, monos…) es fácil comprender que las calles estén sucísimas y llenas de basura por todos lados, lo que hace que en ocasiones el respirar sea un auténtico martirio. Al entrar en los templos, palacios y demás la cosa cambia ya que suelen estar bastante limpios, el contraste se aprecia muy fácilmente. Los restaurantes tampoco es que sean muy limpios y eso contando con que son para turistas, por lo que tienen la consideración de ser más decentes. Los baños públicos en India son muy escasos, e incluso los que hay se recomienda no utilizarlos. Cuando tengas la oportunidad de usar uno limpio en hoteles o restaurantes utilízalos. Un ejemplo es que si vas a una estación a coger un tren, intenta pasar antes por un baño en condiciones, porque probablemente el que encuentres en la estación estará casi inutilizable. El té, que en India es delicioso, no puede beberse en todos sitios, especialmente en chiringuitos de carretera en los que las condiciones higiénicas dejan mucho que desear y, muchas veces, las tazas y vasos se limpian con agua usada y no se secan bien. Por supuesto el agua que bebas e incluso para lavarte los dientes ha de ser agua mineral embotellada, comprada en tiendas que den confianza, comprobando bien que no haya sido rellenada con agua del grifo. Nunca admitas hielos en las bebidas y cuando comas en un restaurante asegúrate que traen la botella de agua precintada y que todas las bebidas las abren delante de ti. Toda la comida cruda que puedas evitar comer hazlo. Es también aconsejable llevarse un pequeño botiquín cada vez que vas a lugares con riesgos significativos y donde nos sea difícil conseguir aquellos medicamentos que nos pudieran hacer falta. Además hay que informarse en algún centro de vacunación internacional, si en la zona que vamos a visitar ha surgido últimamente alguna epidemia que antes no había. Es recomendable llevar analgésicos, antibióticos, antisépticos, repelente de insectos, tratamiento para picaduras, antiestamínicos, antidiarreicos y por supuesto protección solar